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¿POR QUÉ NO NOS CUIDAMOS?

 

   La mitzvá de Shaatnez no es una de las mitzvot más populares que tenemos. Pocas veces solemos escuchar conferencistas que exponen temas relacionados con Shaatnez y lamentablemente existe poca conciencia sobre esta mitzvá en el público en general y realmente no debe de ser menos importante que otras mitzvot de la Torá. Entonces, si es así, ¿cómo entendemos esta falta de conciencia general sobre este tema?

 

Poca información: Las leyes del Shaatnez son muy reducidas y contienen escasas fragmentaciones halájicas lo cual genera una literatura limitada y por consiguiente poco material para ser expuesto en diferentes entornos educativos. Al ser un tema poco hablado, pasa desapercibido en la conciencia y su cumplimiento se ve afectado.

 

Falta de inspectores: Supongamos una comunidad de 15.000 judíos, la cual cada uno posee un promedio de cinco piezas que requieren inspección especializada en un laboratorio de Shaatnez. Y en esa comunidad, ejerce un inspector cualificado dedicándose a su trabajo seis días semanales en jornadas de seis horas diarias. Tomando en cuenta que el promedio de tiempo requerido para inspeccionar un traje es de media hora, le tomaría a dicho inspector nada más y nada menos que 20 años para cubrir la necesidad de la comunidad. Realmente esta cifra es atormentante ya que realmente el promedio de

בס״ד

inspectores per capita es mucho menor a este. Al no existir suficientes expertos, la tendencia es de pensar de que no es necesario la inspección, concluyendo que si realmente se requiere revisar la ropa, pues existiese una mayor cantidad de laboratorios al servicio de la demanda.

 

Escasa cultura general: El cumplimiento de la Torá no solo se ve influenciado por las variantes halájicas sino también por las tendencias y versatilidades de la realidad. Por ejemplo, para cumplir con las leyes de la prohibición de la alimentación de insectos, no solo hay que tomar en cuenta la halajá sino también los fenómenos naturales que producen eventualmente la infestación de alimentos que no suelen estar contaminados. En la vestimenta, la moda está en constante cambio y genera tendencias textiles que afectan directamente a las resoluciones halájicas para el cumplimiento de la mitzvá, por lo que es necesario mantenerse actualizado en las nuevas tendencias para incorporarlas a la halajá. En la mayoría de los casos, el público en general no está consciente de la presencia real del Shaatnez en la industria textil y piensan que es una mezcla poco probable. Sin embargo, la realidad es totalmente diferente y el Shaatnez cada vez está mas presente. Al existir tan escaso conocimiento de la realidad, el cumplimento de la mitzvá se ve aplazado por la ignorancia.

Temor de perder la ropa: Otro motivo es el temor que envuelve al cliente de perder su ropa que adquirió con esfuerzo y cariño. Dicho temor se divide en dos partes; La primera es la sospecha de que se dé el caso y exista Shaatnez en la prenda, se prohíba utilizar y pierda su preciada pieza, y la segunda es la desconfianza del trato profesional que le den a la pieza los inspectores de Shaatnez y puedan arruinar la ropa.

 

   Realmente, solo la minoría de los casos se encuentra Shaatnez y en la mayoría de los casos la mezcla es reparable, por lo que raramente sucederá que si tiene Shaatnez se pierde la pieza. Y respecto a la profesionalidad del inspector, tampoco debe de ser un impedimento ya que los inspectores se capacitan con los conocimientos básicos y requeridos para abrir y cerrar las piezas perfectamente. 

 

Mitzvá personal: Nuestra naturaleza es ser más meticulosos en los actos vistos delante del público, que serlo en actos íntimos y personales y que nadie sabe ni puede saber si estamos actuando bien o no. Mitzvot como el Shaatnez, que se relaciona directamente con su ropa y básicamente nadie puede saber si la pieza fue revisada o no, solemos ser indulgentes y permisivos.

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